El primer contacto

Hola,

Tal y como advertí en mi anterior post, empiezo una nueva serie de artículos con temática peruana, y más en concreto con una pequeña explicación de lo que hemos hecho estos días por allí.

Quisiera también agradecer, antes de nada, la mucha y buena ayuda que nos habéis dado y os invito a estar atentos a estos artículos porque me gustaría que, además de servir como testimonio de nuestro viaje, tuvieran el efecto de acicate en vosotros para que el año que viene nos acompañéis. También os prometo un premio para los más aplicados, en el último artículo de la serie os presentaré a Don José y a Doña Justina, algo que os cambiará la percepción del orden establecido, palabra.

Todo comenzó físicamente el pasado 7 de septiembre, como en la canción. Después de haber salido el día anterior de Punta Cana a la una de la madrugada y tras dos noches casi sin dormir, llegamos al Cusco el día 7 sobre las diez de la mañana.

Nuestra alegría fue infinita al ver a Toni, Xesca (habían llegado dos días antes), Celso y Cris esperándonos allí. Que increíble es que te reciban en el aeropuerto de un país extranjero con tanta o más alegría como si fuera el de Barcelona..., bueno pues eso, después de unos abrazos y besos emocionados nos fuimos al hotel. Debo aclarar que antes de marchar al hotel tuvimos que ejercer de polis malos en el aeropuerto del Cusco para recuperar tres maletas de dimensiones goliáticas cargadas de ropa para niños, y que tenían que ser entregadas en las comunidades en los días venideros, pero que las compañías aéreas se habían encargado de extraviar. No dejó de tener gracia ver a Toni con barba de cuatro días y vestido con camisetas de recuerdo del Perú, je je je, camiseta manga corta, "Machu Pichu", y un dibujo de la ciudad bajo el lema, un poema.
Lástima que no le sacamos ninguna foto, aunque después pudimos constatar que mal, lo que se dice mal, tampoco lo habían pasado mientras nos esperaban a nosotros y a los equipajes.

En el hotel nos encontramos con Nelly, una señora que se encarga de la recepción de toneladas (literalmente) de libros que le envían desde la comunidad de Murcia para que se repartan por las zonas más pobres del Perú, y con quien valoramos la posibilidad de añadir nuestras requisas de ropa a sus envíos. Nuestra organización allí, Amics del Perú Cusco, está ayudando en la entrega de estos libros y el seguimiento en las comunidades más alejadas, nuestra especialidad, a más lejos, y más jodido, mejor.

También cuadramos los gastos derivados de la implantación de las granjas de Cuyes en Pumaorcco según la subvención recibida por el Excelentíssim Ajuntament de Sabadell, y justificamos hasta el último chavito recibido. Números que están disponibles para todos lo que queráis echarles un vistazo, claro está. Además debéis pensar que en la junta estamos dos financieros, así que difícilmente se nos escapará un euro sin justificar, jejeje.

Aprovechamos para llegar hasta el supermercado del Cusco y encargar la realización de sesenta lotes de primera necesidad, con alimentos básicos, artículos de higiene y otros enseres necesarios.

Vimos algunas fotos de como estaba el proyecto, con la promesa de visitarlo al día siguiente in-situ, nos comimos una pizza de plástico, como muy bien la bautizó Toni, en un restaurante de la plaza de Armas y a dormir, porque el día 8 de septiembre empezaba la guerra de verdad y había que estar preparados.

Comentaris

Sandra ha dit…
No deixeu d'explicar-nos com va la vostra estada pel Perú.

també volia fer-te saber que dospeixos després d'un any de descans, treball i estalvi torna a agafar motxilles i marxa novament, aquesta vegada a la Xina.

Una abraçada ben forta per tu i la Luz d'aquests dos peixos aventurers.

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