La gorra
Tenía que ser una de esas que solo tienen los que viven en Boston, o los que tienen familiares allí y reciben cuartos para poder comprarlas en la capital. De esas no hay en las pulgas, ni en las tiendas de variedades de Mata Mosquito, aunque quizá si le diera los cuartos a la Flaca podría conseguirle una. Ella dice que las compra en Internet, pero todos saben que las saca de las habitaciones de los gringos mientras se gana unos pesos extras. Es una de esas altas con la “B” de los medias rojas de Boston en la frente y una chapa de plástico sobre la visera, de las que pone “Official” en un escudo bordado en el lateral. Café solo había visto una igual en una carrera de Friusa al shop-and-drink de la avenida en un dominicano que dijo trabajar en el aeropuerto de Boston, y que además aseguraba que la firma estampada con un marcador sobre la “B” era del mismísimo Big Papi Ortiz. Pero esa mañana, apenas la vio con el rabillo del ojo, detuvo de un frenazo la motocicleta con la que se g