Desayuno en Tiffany's, Truman Capote
Deliciosa. Una novela corta en la que cada frase te transporta a un mundo tan irreal como hermoso, siempre que te guste el glamour de la gran ciudad, la gente guapa y todo eso. Capote crea en esta novela un personaje del que estoy enamorado desde que lo vi en la adaptación al cine por primera vez, sin saber siquiera que existía una novela del mismo nombre, Holly Golightly. Es imposible leer esta novela y no ver a Audrey Hepburn en cada frase, en cada gesto, en cada palabra de la obra. Así la define Capote la primera vez que entra en escena: "Ella seguía subiendo la escalera, llegó a su piso, y la luz del rellano iluminó la mezcolanza de colores de su pelo cortado a lo chico, con franjas leonadas, mechas de rubio albino y rubio amarillo. Era una noche calurosa, casi de verano, y Holly llevaba un fresco vestido negro, sandalias negras, collar de perlas. Pese a su distinguida delgadez, tenía un aspecto casi tan saludable como un anuncio de cereales para el desayuno, una pulcritud de