El fenómeno Amazon

Hola,

Hace muchos días que vengo dándole vueltas en la cabeza a la idea de escribir algunas líneas de reflexión sobre el fenómeno Amazon y otras plataformas, de como se está empezando a calificar a una serie de autores que no han conseguido edición tradicional de sus novelas y que, tras colgarlas en la tienda Amazon, sus ventas están alcanzando cifras de cuatro dígitos o más.

Es cierto que durante estos meses también se ha escrito mucho sobre lo que está ocurriendo, algo por cierto que en Estados Unidos ya hace tiempo que explotó y que reporta millones de dólares, con diferentes puntos de vista, algunos totalmente retrógrados e incomprensibles.

Esta mañana he leído un artículo del señor Miguel Ayuso, cuyo link os dejo por si queréis echarle un vistazo, que no tiene desperdicio. En el artículo nos podemos acercar a diferentes versiones de esta expansión digital desde el punto de vista de un par de autores de éxito, opiniones del propio señor Ayuso, y una en especial que es la que me ha decidido por fin a escribir este post.

Dice en el artículo un entrevistado, el señor Manuel Gil, presentado como autor de un blog y coautor de "El paradigma digital y sostenible del libro" (que no sé qué es), textualmente: “En Amazon hay mucha morralla. Yo puedo subir los apuntes de mi hijo pero ¿cuál es su valor cultural?”. Toma ya.

Evidentemente tiene razón, pero yo me pregunto, ¿en qué faceta de la vida no hay morralla, es que todos los libros que eligen las editoriales para engrosar su catálogos son piezas exquisistas de la literatura universal, es que todos los discos que lanzan grupos famosos, o que recogen las discográficas, se convertirán en clásicos, quizá es que en nuestros lugares de trabajo todos los trabajadores son excepcionales y todos los productos que lanzamos al mercado se convierten en piezas indispensables sin cuya existencia la humanidad daría un irremediable paso atrás?

Por desgracia esta opinión está bastante desarrollada, "los autores que se autopublican es porque no tienen calidad para salir al mercado tradicional", habremos que sí, por supuesto, pero también son muchos los que optan por la autopublicación tras no han conseguido una oportunidad por saturación del mercado, porque las editoriales no están pasando por un buen momento, porque la recepción del manuscrito cayó con otros cinco mil ejemplares más, o simplemente porque no hay sitio para todos, pero no porque no tengan calidad.

Yo he leído novelas que me han hecho sonrojar de lo vergonzoso de su publicación, El último judío, sin ir más lejos, otras que se han convertido en éxitos internacionales después de la intervención de agentes, correctores y editores, La catedral del Mar, infumable hasta que pasó por el cedazo que la convirtió en uno de los éxitos más brutales del mercado, también he conocido autores galardonados con premios literarios por los que han recibido la nada despreciable cifra de treinta mil euros y una edición de 3.000 ejemplares de la novela ganadora, de los cuales más de la mitad ha vuelto a los almacenes de la editorial. ¿Estos tienen más calidad que algunos autores autoeditados? No lo creo.

La industria editorial tradicional es una máquina de hacer bien su trabajo porque está conformada por profesionales, correctores, editores, técnicos de márqueting, distribución, prensa, libreros, librerías, etcétera, etcétera, una industria ejemplar, que comete errores como cualquier otra, pero que funciona como un reloj desde hace muchos años. Intentar comparar los esfuerzos personales de autores que se hacen sus propias portadas con la ayuda de un amigo en Photoshop con esta máquina perfecta, me parece injusto y demagógico.

Algunas editoriales españolas ya han comprendido el cedazo que supone Amazon y otras plataformas, la criba natural que hacen los lectores sobre la ingente cantidad de obras que se almacenan en sus servidores, la potencia del boca a boca en estado puro, y están comenzando a pescar sobre seguro. El ejemplo más claro lo tenemos con B de Books y el fichaje de Bruno Nievas, César García Muñoz, Armando Rodera, Fernando Trujillo y mi amiga Blanca Miosi, todos ellos números uno de ventas en Amazon, todos ellos con más ejemplares vendidos que la mayoría de los autores que se refugian bajo la vergonzosa capa de la calidad para vender apenas unos cientos de ejemplares de sus grandes éxitos, cuando cualquiera de estos cinco vende cien veces más.

Algunos podréis pensar que estas líneas las escribo como parte implicada, lo que evidentemente es cierto, pero yo he tenido la gran fortuna de vivir ambos fenómenos, publiqué mi primera novela con bastante éxito en el mercado tradicional, La virgen del sol, Ediciones B, con una venta (que no tirada) hasta marzo de 2011 de más de 35.000 ejemplares vendidos y cobrados en derechos, y ahora tengo la fortuna de tener mi seguna novela, El péndulo de Dios, entre los más vendidos de Amazon, y la única diferencia que veo es que en esta segunda opción yo tengo capacidad de decisión, mientras que en la primera, de la que me siento extremadamente feliz y agradecido, eso nunca se dio.

A nivel económico para el escritor es más o menos lo mismo, no llega al euro por ejemplar vendido, ni en uno ni en otro sistema, así que, qué más da. Lo importante es que nos lean, lo demás, si ha de venir, vendrá por añadidura.

Vínculo al artículo en El confidencial, del señor Ayuso.

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/02/16/esto-es-el-futuro-el-farol-de-los-escritores-amazon-92692/

Comentaris

FELIX JAIME ha dit…
Jordi, ante todo, te pido disculpas por haber contestado a uno de tus twets en twiter, que pensé que era una frase tuya cuando en realidad era de ese tal Ayuso.

Completamente de acuerdo contigo. Si vale de algo mi inexistente experiencia, decir solamente que envié mi novelaa treinta y cinco agentes, de los que la mayoría me contestaron que no sin leer siquiera mi correo. Cuando decidí publicar en amazon siguiendo el consejo de Blanca Miosi (que por cierto leyó la novela y le gustó), envié el enlace a varios reseñadores de libros, que me contestaron interesados el mismo día.

Esa es la diferencia.

Agencias y editoriales levitan mirándose el ombligo, mientras que la gente que orbita alrededor de amazon y blogs, lee. Simplemente. Y como lo que queremos es que nos lean, nos buscamos las vueltas para ello.

Una gran entrada, Jordi, te felicito y empiezo a seguirte.
FELIX JAIME ha dit…
Una reflexión más: en el artículo que mencionas, al final, en un titular, se dice que en un proceso de cambio, los que triunfan son los escritores "de siempre". ¿Qué imbecilidad es esa? ¿es que hay una casta de escritores no renovable?

Las editoriales imponen a sus escritores, y en amazon se eligen por los lectores. esa es la diferencia.

Y ya me callo. Te lo prometo, Jordi.
Jordi Díez ha dit…
Hola Félix,
Ayer cometí un error muy grave al publicar el link del artículo, no entrecomillé la frase y pareció mía, cuando en verdad me parece una barbaridad afirmar algo así, y no por incierto, sino por la intención de menosprecio con que se pronuncia la frase. ¡Muchas gracias por advertírmelo!

Mi experiencia es un poco diferente, con mi primera novela todo fue rodado, una aventura extraordinaria, el primer agente, Sandra Bruna, se comportó excelentemente conmigo, la novela salió rápida y firmé en muy poco tiempo con Ediciones B. La tirada fue muy buena, en tres ediciones se vendieron más de 35.000 ejemplares. Una pasada.

Cuando saqué la segunda novela, desde la agencia se comportaron igual de bien que siempre, pero las editoriales no respondieron, lo que me creó bastante frustración, hasta que encontré la salida de Amazon, que es algo extraordinario.

Lo que no comprendo es porqué las editoriales no lo ven, tienen todos los manuscritos que descartan sometidos a la prueba del público, y ni así. Creo que el problema es la lentitud de la industria. Realmente no tienen capacidad para editar todo lo que llega, pero creo que van a tener que cambiar un poco los procedimientos de selección y adaptarse a la velocidad del mundo actual.

Muchas gracias por entrar en el blog, y por tus comentarios.

Todo el éxito del mundo para ti !!!!

Saludos,
Blanca Miosi ha dit…
Buenas tardes, Jordi,

Desde hace un tiempo he venido hablando en mi blog sobre el fenómeno de la autopublicación que Amazon ha elevado hasta el término menos "despreciable" de Autores Independientes.
Como bien dices, la crisis que abarca gran parte de Europa y de la que no escapa España, hace que las editoriales cuiden más su inversión a la hora de publicar a desconocidos, sin embargo, lo siguen haciendo, pero hay tal cantidad de obras por leer que en ese caso el factor suerte tiene un lugar importante.
Los que nos hemos atrevido a publicar en Amazon lo hicimos corriendo todos los riesgos. Yo soy autora publicada por dos editoriales anteriormente, y empecé de cero en Amazon, pidiendo favores a los amigos para la elaboración de la portada, para la ayuda en la corrección, porque si hay algo que cuidar es la imagen, no se puede autopublicar cualquier cosa. Pero de ahí a pretender que ahora en Amazon solo se encuentra bazofia hay un largo trecho. Sin ir más lejos, "El péndulo de Dios" es una de las novelas más interesantes que he leído últimamente.

Prosigo...
Blanca Miosi ha dit…
Y recuerdo "El niño del pijama a rayas" que fue la obra más absurda que he leído acerca de los campos de concentración, (dejo de lado "La vida es Bella" que al menos se sabía desde un principio era una parodia), como uno de los mayores éxitos editoriales, fue llevada al cine y aparentemente a la gente le gustó.

En resumen nadie tiene la última palabra en esto de la publicación independiente, cada lector que escoja lo que prefiere leer o le guste, pero como siempre digo, los lectores acostumbrados a leer calidad, detectan fácilmente lo mediocre.

Vine porque te vi en Tweeter, también vi el Tweet que menciona Félix y me extrañó.

Besos!
Blanca
Jordi Díez ha dit…
Querida Blanca,

Gracias por acercarte, ¡SIEMPRE eres bienvenida!

Comparto cada palabra que has dejado escrita en el comentario, especialmente las dos aportaciones sobre El niño del pijama de rayas y La vida es bella.

La vida es bella no pretende ir más allá de una fábula, un cuento para niños ampliado a un público mayor, una historia de amor y una "pequeña parodia" del horror nazi, el resultado es una buena película que me hizo pasar un excelente rato, especialmente en la versión original.

Ahora bien, como dices, es incomprensible el éxito de El niño del pijama de rayas, ¡es espantosa! Cómo alguien puede leer esa novela y no echarse a llorar de lo mala que es, y sin embargo es un éxito brutal que ha convertido a su autor en multimillonario...

Bueno, muchas gracias por pasar por aquí y por tus palabras sobre El péndulo de Dios.

¡Todo el éxito del mundo para ti!

Jordi
Unknown ha dit…
"Intentar comparar los esfuerzos personales de autores que se hacen sus propias portadas con la ayuda de un amigo en Photoshop con esta máquina perfecta, me parece injusto y demagógico.", ¿no te parece más injusto y demagógico decir que "cualquiera" puede ser escritor? En la vida hay limitantes nos guste o no. Yo quisiera ser musculoso como Rambo pero por más que levanto el tenedor no me crecen los biceps.
Jordi Díez ha dit…
Estimado C.Gerardo.
Antes de nada, gracias por pasar por aquí y dejar tu comentario.
Todo aquel que escribe es escritor, después será bueno o malo, pero todo el que es capaz de escribir una historia con coherencia, trama, y cierto sentido es escritor, como todo el que hace deporte es deportista.
Lo que quiero decir es que no me parece bien que se juzgue por el medio utilizado para la publicación de una obra la calidad de la misma, y se tengan en cuenta otros factores más alla que la propia obra.
Como bien dices hay limitantes, por supuesto, como en todo en la vida, pero en algo que está al alcance prácticamente de todo el mundo, como es escribir, el limitante es el talento, no el medio de mostrarlo.
Saludos,
Antonia Romero ha dit…
Magnífica entrada, Jordi. Veo que no tienes pelos en la lengua y eso es un plus para mí. Estoy alucinando entre las conspiranoias y los megaultraliteratos, tengo la sensación de estar dentro de una jaula del zoo.

Un saludo.
Jordi Díez ha dit…
Hola Antonia,

Gracias por dejar comentar la entrada.

Hace muchos años tuve la gran oportunidad de pertenecer a "El comité de marketing nacional", jejeje, un grupo de personas de diferentes empresas del ramo en el que yo trabajaba entonces que nos reuníamos cada equis tiempo para hacer acciones conjuntas de marketing.

La idea era muy buena porque cada empresa cubría una zona geográfica, de manera que no había competencia, y los esfuerzos conjuntos abarataban costos, etc.

Bien, duró dos años. De la energía inicial por colaborar en algo nuevo, beneficioso y enriquecedor para todos se pasó a las conspiraciones, los grupúsculos y las envidias, lo que dio lugar al boicot y el fracaso del grupo.

Eso me sirvió sin embargo para comprender cómo funcionan las agrupaciones humanas, y desde entonces (hace 20 años ya) lo he visto repetirse una y otra vez...

Con Amazon y los grupos de escritores que se identifican con esta etiqueta no iba a ser diferente.

Sin embargo la parte buena, o muy buena, es que siempre se encuentran pocas unidades que encajan bien entre ellas, amistades que se mantienen más allá de los grupos, pero que iniciaron en ellos.

Sólo por eso yo creo que vale la pena.

Saludos !!!

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